Pida ahora su nueva Aizun 4.0.
En estos días en que me encuentro ausente - muy a mi pesar - del blog, me ha dado tiempo para cumplir 251 años, escribir unos cuantos textos que, releídos, me sorprenden a mí misma, estudiar Teoría de la expresión acústica, estudiar géneros radiofónicos (aprovecho el momento para cagarme en la puta madre confitada de Josep Maria Martí y su puto examen de mierda, el cual acabo de hacer, es decir, suspender), para que una de mis fans me haya comunicado que si sigo quejándome va a dejar de leerme, reafirmar a Homer Simpson como mi ídolo indiscutible, firmar mi entrada formal en el país de las impresoras, descubrir que en el fondo soy una colaboradora argentina de un programa de radio que rescata programas míticos, desmentir (por tercera vez) que sufra algún tipo de enfermedad con nefastas consecuencias físicas y mentales evidentes, seguir estudiando Teoría de la expresión acústica y desintoxicarme levemente de mi anterior estado de hacinamiento naricero (sí, me gusta inventarme términos, y qué).
Nueva Aizun 4.0. No ha mejorado en nada, pero es nueva, ¿no?