Saludos de Woody

Yo tampoco fumo

... o cómo no contar absolutamente nada sobre una muerte (ni sobre una vida) y que el resultado sea tan bonito y en ocasiones divertido, pero sobretodo extraño.

Conversación telefónica

Hablando por teléfono, noto que mi interlocutor/a está mascando algo:

- ¿Qué estás masticando?

- Una cosa ... que no te puedo decir.

- ...

... ahí lo dejo.

Cómo culminar un nefasto día de trabajo

... tengo la respuesta: partiéndole una ceja a tu jefe.

ManosManosManosManos

Confieso: me gustan las manos. Y mirar las manos de la gente.

Para mí, hay dos tipos de manos base: las buenas manos y las que les falta cocer.

Podría estar horas mirando las manos de la gente (ya sean unas u otras: también es intersante descubrir qué falla en unas manos).

Por supuesto que unas uñas mordidas inhabilitan cualquier tipo de manos, lo mismo que las uñas demasiado largas, aunque estén cuidadas.

Tampoco son aceptables manos con demasiados anillos, sobretodo si son de oro, y sobretodo si ese anillo de oro se encuentra en las manos de un hombre.Y nada de manos (y sobretodo dedos) que parece que no sean capaces de sujetar nada.

El movimiento de las manos al funcionar es sumamente importante, y se ve beneficiado si las manos en cuestión son de dedos largos.

Las marcas, cicatrices, lunares, etc. no hacen sino embellecer esta magnífica, importantísma, y normalmente poco observada parte del cuerpo.

Si algún dia os encontrais una tía rara que no deja de miraros las manos, saludadme: seguro que seré yo.

El Himno de las Chicas Banana

Gracias a cierto aspirante a Chico Banana (gracias Uri), podemos decir que, a partir de este momento, las Chicas Banana han encontrado su himno. Para oírlo, clicad aquí. Para la letra, aquí.

Advertencia:

WonderfulPlace y Aizun no se hacen responsables de los daños cerebrales u/o/y psicológicos causados al seguir el link.

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It's the best, beat the rest!

MSN Messenger cinéfilo (por Farola Negra)

Traducción para aquellos que no leen hebreo antiguo:

Riambau: tu parles japonès? (conectado) tiene agregados a:

*Amics:

Bordwell: Writing Kill Bill 3 (ocupado)

Salvans: escribiendo serie de los mossos y mafiosos (ocupado)

R. Gubern: Jubilándome! (ausente)

*Feina:

LuDo: SaLUDOs! (en el neorrealismo)

torreiro: Vota PP! (salí a comer)

*Best Friends:

Chaplin: In postproduction (desconectado)

Almodóvar: GAy!GAy! (ausente)

Faquir: viviendo una doble vida (conectado)

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Los miércoles de 12 a 13.30 son peligrosos ... y aburridos

Cosas que no me gustan nada

Las puertas medio abiertas (o medio cerradas).

La gente que habla en el cine o que se sienta delante de mí [las dos cosas a la vez ya son para suicidarme]

Las cosas con sabor a coco que no sean coco natural.

Los tíos que se bañan en colonia de esa que huele a Williams.

Las faltas de ortografía.

Cuando el cd se engancha y escuchas cosas como: I've be-e-e-e-e-en si-i-i-i-i-i-ting wa-a-a-ai-i-iti-i-i-ing wi-shi-i-i-i-ing ... y lo que sigue.

La gente que habla mal: desde el nos quedemos en casa de tu prima a mondarinas, pasando por sofares, ensaladas (cuando lo que se quiere decir es "lechuga"), cuagelador y un largo etcétera.

La gente que canta mal las canciones o dice mal los dichos populares.

Tener que repetir las cosas, o que me las repitan a mí.

Que discutan cuando yo quiero hablar.

Que mi persiana esté abierta cuando ya se ha hecho de noche.

La gente que no habla claro o no dice lo que piensa.

La gente preguntona.

Los quejicas.

Que me agobien.

Explicarle algo a alguien y que luego esa persona me lo vuelva a explicar a mí como si lo hubiese descubierto ella misma o se lo hubiera explicado otra persona.

Los zapatos blancos.

La gente que va de lista.

Ponerme enferma o cabrearme, y que alguien se cabree o se ponga enfermo a la vez.

La gente que me mira raro porque en vez de ir de discotecas voy al cine.

Cuando alguien dice: "yo es que no aguanto todo el rato sentado/a en un cine" o "yo voy al cine y me duermo". Cabrones incultos.

La gente que mira por encima de las gafas (y no me refiero a la broma de a on vols arribar amb això?).

Que alguien intente tranquilizarme en plan:"no te preocupes, todo saldrá bien".

Tom Hanks.

No saber qué decir.

[me dejo millones de cosas ... cuánto odio acumulado en una persona tan bajita]

Against Constancy

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Oigo Voces

He aquí el blog del juego de las voces, creado por el Señor Oracle, y en el cual algunos hemos participado.

Todavía no se han dado las soluciones, pero ha sido muy interesante oír las voces de otros bloggers, además de divertido. Desde este humilde blog esperamos impacientes una futura segunda edición.

Teoría de la ceja perfecta según Maria José

Aizun y el Sueño de olor bergamota

Toc toc toc.

No me contesta. Insisto.

Toc toc toc.

La puerta se abre sólo una rendija, pero me basta para ver de nuevo a Aizun. Saca su cabeza rubia, se soprende. Pero sonríe y me invita a pasar. Normalmente había sido él quien venía y me echaba broncas, o me daba palmaditas en la espalda, pero esta vez vengo con la espada desenvainada. Y la armadura abollada. Por suerte no se acordará del lugar exacto por donde se empieza a desarmar.

- Vale que me abandones, que me dejes la vida a la mitad y el asiento vacío... pero no me esperaba que pasara esto.

Me mira perplejo, no comprende. Incluso le cuesta sostenerme la mirada. Hablando claro, está hecho unos zorros.Y lo peor: se le nota. Me replica. Sin reproches, cómo no. Pero replica:

- Sabes que voy a volver. Y que de vez en cuando aparezco (¿no te das cuenta? en las coincidencias) ... y que no puedo volver a sentarme hasta que encaje de nuevo en el asiento...

Duda.

- ... pero de verdad que no sé de qué me hablas.

Esto ya es demasiado. Claro que lo sabe. Tiene que saberlo. ¿No lo sabe?

- Estás dejando que me roben el sueño.

Por su reacción deduzco que no lo sabía. Se sienta en la silla, lentamente. Se tapa la cara y me mira. Ahora me doy cuenta que estas cosas no se le pueden soltar así como así. No lo recordaba tan sensible.

- No puede ser. Es nuestro.

- Eso pensaba yo.

Se levanta de su silla y coje la que hay en la esquina, llena de telarañas, y las arrastra hasta donde yo estoy. Cuando me siento, Aizun desliza su dedo por la grieta de mi armadura, justo en el centro de la espalda - sí, se acordaba. Por mucho tiempo que pase, la grieta sigue estando en el mismo sitio, lo mismo que el olor a bergamota sigue acompañando a Aizun.

Tras un rato de silencio, aunque aún no hemos decidido qué hacer con el sueño, respiro profundamente. Este lugar relaja.

- ¿Me puedo quedar un rato? Me gusta cómo huele aquí. Ya me estaba olvidando del olor.

Aizun sonríe. No quiere volver a dejar que me roben nada.

- Todo el tiempo que quieras. Y cuando te vayas a ir avisa. A mí se me está olvidando cómo es aquel asiento.